Hoy os enseñamos como empezó nuestra huerta a funcionar siendo apenas sólo tierra en macetas.
Para
empezar está en una azotea que se ha ido acondicionando a medida que
iban creciendo las semillas. La verdad es que las semillas han venido
solas, pues como reutilizamos el agua en la que lavamos nuestras frutas y
verduras. Ya se sabe que, se cuelan las semillas de los tomates,
pimientos y demás, no te das cuenta, estás regando y echándolas en la
tierra. Cuando te quieres dar cuenta estan asomando las hojitas entre la
tierra.
Otra opción muy fácil es, como hemos hecho nosotros, ir plantando semillas de calabaza y sandía, pues cuando compras éstas
lo mejor es dejar las semillas guardadas en un bote debidamente secas y
luego irlas repartiendo por la huerta.
También
coger dientes de ajo y cebollas e irlas enterrando para que se
conviertan en futuras cabezas de ajos o cebollas. Las cebollas que están
ya con tallo son las mejores para plantarlas.
Las
zanahorias y las fresas también son buenas de plantar. Nosotros cuando
usamos
zanahorias lo que hacemos es cortarle la parte de arriba y la ponemos
con un poquito de agua en un recipiente. Si se le cambia el agua a
diario(hay que echarle poca agua, con que tenga poquita le basta, pues
de lo contrario se suelen echar a perder debido al exceso de humedad, ya
que le salen hongos)en pocos dias salen raíces y tallos que ya puedes
enterrar en tu huerta. Con las fresas es lo mismo pero enterrándolas
directamente en la tierra porque es tan poquita cosa y tan blandita que
se echaría a perder mucho más rápido si las dejáramos en agua.
Empezamos
por poquito y ya tenemos plantado tomates, pimientos, maíz, sandías,
calabazas, ajos, cebollas, hinojo, laurel, perejil, albahaca, verdolaga,
zanahorias, fresas, lentejas, hierbabuena y guindillas. Los dos arbolitos que
tenemos son arces y nacieron por casualidad, de momento le van dando
sombra al huerto pero más adelante tenemos pensado llevarlos al campo y
plantarlos porque llegado un punto se hacen tan grandes que no tienes
donde tenerlos. Además que están mejor en su habitat natural y el
espacio necesario para que crezcan.
Como
podéis ver cualquiera que se lo proponga puede tener su propio huerto,
sólo tiene que disponer de macetas o recipientes de cualquier tipo,
tierra, sol y agua. Si apreciáis bien las fotos, nosotros hemos
utilizado canaletas y cajas de plástico grandes para plantar. Las
teníamos por la azotea y no pensábamos ponerlas por estética en la
fachada, así que les dímos un mejor uso.
En otra ocasión os enseñaré como está la huerta después de un par de meses de dura lucha contra los pulgones.
¡Hasta pronto!